Leí hace unos días que el gobierno de Rajoy tiene entre sus
planes para reducir los gastos en el capítulo de Sanidad, aplicar el principio
de reciprocidad en materia sanitaria. Me explico: la sanidad será gratuita para
aquellos extranjeros de países en los que la sanidad es gratuita para los
españoles. De todas las medidas que ha adoptado hasta ahora el gobierno
conservador ésta es la más lúcida. Lo que no entiendo es por qué no se aplica
la misma reciprocidad en otros asuntos. Por ejemplo: ¿Por qué no mandamos de
vuelta a los soldados que tenemos en Afganistán, en el Líbano y en otras aguas
que no son de nuestra jurisdicción? Buena parte de la situación en la que se
encuentra nuestro país se debe a que ha vivido por encima de sus posibilidades.
Vivir por encima de las posibilidades, en el caso de un país, no es que sus
ciudadanos coman nécoras en vez de chopped o tengan un Audi en vez de un Panda.
Muy al contrario. Fueron otros los que vivieron por encima de nuestras posibilidades. Mearon por encima de nuestras posibilidades y ahora nos quieren hacer creer que llueve.
España vive por encima de sus posibilidades cuando se
convierte en el primer país de Europa en kilómetros de alta velocidad, pero en
cambio tiene que comprar la tecnología para desarrollarla a Alemania, a Francia
y a otros países.
España vive por encima de sus posibilidades cuando sus
dirigentes deciden construir aeropuertos como el de Ciudad Real, o el de
Badajoz o el de Castelló, cuando no hay aviones ni demanda de uso que se cierna
sobre el horizonte. ¡Qué disparate apostar por la alta velocidad y la aviación
a la vez! Es como empeñarse en llevar cinturón y tirantes en el mismo pantalón.
Galicia vive por encima de sus posibilidades cuando deciden
construir mamarrachadas como la Ciudad de la Cultura en el monte do Gaiás y en
cambio no saben cómo acabar con el problema endémico del fuego en los montes de
verdad. Todavía estoy esperando al buen pirómano (si hubo un buen ladrón tendrá
que haber un buen pirómano) que se acerque por el Gaiás, aunque con tanto
hormigón dudo mucho que arda.
Y desde luego, España vive por encima de sus posibilidades
cuando mantiene un gasto militar improductivo como es mantener contingentes en
Afganistán, en el Líbano y en otros países.
Que Estados Unidos tenga tropas por todo el mundo es lógico.
La industria militar norteamericana es la primera locomotora científica,
industrial y económica de dicho país. No tenemos más que recordar que si la
carrera espacial fue posible fue gracias a la guerra fría y con ella
prosperaron industrias como la aeronáutica, la de las telecomunicaciones y toda la industria informática desde los
computadores hasta internet. Pero, ¿qué se nos pierde a nosotros en Oriente Medio
o en Afganistán? Solo el dinero. El dinero que debería destinarse, por ejemplo,
a mejorar las condiciones de competencia de nuestra economía. Y la competencia
no se consigue abaratando costes, sino generando nuevos elementos de riqueza.
Si Alemania tiene una economía más sólida y competitiva que España no es porque
los sueldos de los alemanes sean más baratos que los de los trabajadores
españoles, ni porque tenga una administración pública más reducida. Muy al
contrario: los salarios son más altos, hay más funcionarios en términos porcentuales
y en términos absolutos.
Para salir de la crisis hay que recortar gastos. Pero no
todos los gastos. En cambio, hay que
poner fin a todas las mamarrachadas: aeropuertos en Castelló, Ciudad Real,
Badajoz y… por supuesto, el Gaiás.
Decía Goebbels que cada vez
que alguien le mencionaba la palabra cultura se le iba la mano a la pistola. A
mí me pasa lo mismo cuando alguien me menciona la Ciudad de la Cultura. Lo
cierto es que no llevo pistola. Pero mi pluma está más cargada que una Luger.
No hay comentarios:
Publicar un comentario